
Cordyceps: el hongo de la resistencia
Un poco de historia
Hace más de 2,000 años, en las montañas del Himalaya, los sherpas descubrieron un hongo curioso que crecía en las alturas. Al consumirlo, notaban mayor resistencia, menos fatiga y mejor respiración. Lo compartieron con monjes y, con el tiempo, llegó hasta los emperadores de China, quienes lo reservaron para la élite.
Hoy en día, el Cordyceps se cultiva en granjas especializadas, lo que permite acceder a sus beneficios sin tener que escalar montañas.
¿Qué beneficios puede darte?
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Energía y rendimiento ⚡
· Favorece la resistencia física.
· Combate la fatiga, ideal antes y después del entrenamiento. -
Respiración y corazón ❤️
· Apoya al sistema cardiovascular.
· Puede mejorar la oxigenación y facilitar la respiración en altura. -
Bienestar general 🌿
· Contiene antioxidantes y compuestos antiinflamatorios.
· Tradicionalmente se le atribuye apoyo a la líbido y vitalidad sexual.
Cómo se consume
El Cordyceps suele encontrarse en extractos, cápsulas y bebidas funcionales.
La dosis común es de 500 a 1,000 mg diarios, aunque en estudios se han usado hasta 4,000 mg. Como con otros adaptógenos, la clave está en la constancia: tras varias semanas de uso regular es cuando se notan más sus beneficios.
Precauciones importantes ⚠️
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Evita su consumo si padeces trastornos hemorrágicos, tomas anticoagulantes o tienes programada una cirugía.
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No se recomienda en embarazo, lactancia ni en niños pequeños, no porque se haya demostrado que sea dañino, sino porque no hay suficiente evidencia científica en esas etapas de la vida.
En resumen
El Cordyceps es un adaptógeno con historia milenaria y un presente lleno de interés científico. Su principal fama viene de su capacidad para apoyar la resistencia, la respiración y la vitalidad, convirtiéndolo en un aliado natural para quienes buscan más energía en la vida diaria.